“Hay funcionarios que no conocemos y cuya función es poco clara”. La frase partió de boca de Ariel Mamone, delegado de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) por la Dirección de Catastro, al referirse a la situación interna de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER).
Aunque Mamone se cuidó de dar nombres, trascendió que en la lista de esos funcionarios “sin rostro”, apodados por los gremialistas como “fantasmas”, figuraban Rodrigo López y Didier Jourdan.
Según las resoluciones 234 y 235 de ATER, fechadas este martes 10 de junio de 2025, ambos acaban de renunciar, publicó El Entre Ríos.
En efecto, en la 234, firmada al pie por el contador Jesús Rafael Korell, el organismo recaudador le acepta la dimisión a Didier Jourdan al cargo de subdirector de Relación con el Contribuyente. Según el texto de la resolución, el ahora exfuncionario alegó “razones de índole estrictamente personal” para abandonar el barco.
La otra resolución, la 235, es casi un calco de la anterior. Sólo cambia el nombre del renunciante, que en este caso es Rodrigo Martín López, hasta ayer Subdirector de Catastro, quien también se va por “razones de índole estrictamente personal”.
A principios de mayo, el gremio había impulsado medidas de fuerza. Los reproches a la conducción se centraban en la instrumentación de la boleta digital, “reestructuraciones y traslados sin explicación técnica o administrativa convincente” y en la existencia de “funcionarios que no conocemos y cuya función es poco clara”.
Entre los señalados en esta última condición están ambos “renunciantes”. Jourdan es hijo de un histórico del peronismo de San José, en el departamento Colón. López, en cambio, es un abogado originario de Buenos Aires.
Fuente: Análisis Digital / El Entre Ríos.
