29 de septiembre de 2023

Despertar Entrerriano

Diario de Concordia

El ex juez Toloy reveló su hipótesis sobre el destino de Fernanda Aguirre

A 17 años de la desaparición de Fernanda Aguirre, Elonce TV rescató la palabra de Héctor Toloy, el juez que estuvo a cargo de la causa por el secuestro, quien consideró cuál pudo haber sido el destino de la joven.

Se cumplieron este domingo 17 años de la desaparición de Fernanda Aguirre. El hecho ocurrió el 25 de julio de 2004, en San Benito. Elonce TV rescató la palabra de Héctor Toloy, el juez que estuvo a cargo de la causa por el secuestro, quien consideró cuál pudo haber sido el destino de la joven.

«Recuerdo que era un día domingo cuando a las 23.30 me avisan de este hecho desde la comisaría de San Benito, de inmediato me hice presente en el lugar, donde ya estaba el jefe de la Policía que en aquel entonces era Geuna. Estuve con la madre, María Inés Cabrol, y su marido, quienes habían hecho la denuncia minutos antes y de inmediato conseguimos ropa de Fernanda, llamamos los perros para seguir el rastro y esa noche fue muy difícil porque a pesar del esfuerzo, no pudimos localizar de qué lado se la habían llevado, tampoco sabíamos si había sido en un vehículo, nada. Al principio de la investigación nada se sabía», rememoró a Elonce TV el ex juez de Instrucción, Héctor Toloy.

Y continuó: «Luego, felizmente, se pudo descubrir cómo fue el hecho, que fue un secuestro extorsivo lo que motivó que pocos días después decidiera tomar la causa el juzgado federal a través del fiscal, quien me pidió que me excusara de seguir interviniendo en razón de que es un delito federal». «Tuve que acceder y la causa se fue», acotó al respecto.

«Ya habíamos determinado una sospecha muy seria contra Miguel Ángel Lencina, su mujer y un sobrino que lo acompañó en ese momento», indicó el magistrado ya retirado. «El juzgado federal siguió la actuación y luego de un par de años me devolvió la causa. Ya Lencina se había suicidado en la comisaría quinta y la señora de él, de apellido Chávez, ya estaba condenada en el juicio», agregó.

En la oportunidad, Toloy recordó que Lencina se abstuvo de declarar, ese era su derecho constitucional que podía ejercer, y ese silencio no puede ser interpretado en contra de él, sino que sumaron una serie de pruebas, como el llamado telefónico desde un comercio de avenida Almafuerte distante a unos 100 metros al Puente de Hierro donde se pidió que se pague la recompensa que exigieron». «Esa recompensa, según la versión que dio el sobrino de Lencina fue porque ella llorando les decía `No me hagas daño. Mi mamá tiene dos mil pesos, pedilos que te los va a dar´. Él anota el teléfono en una hoja y se la pasa a la mujer, y ella es la que hace el llamado pidiendo la recompensa, que el padre de Fernanda llevó al Puente de Hierro, tal cual se lo habían pedido», recapituló.

«La causa sigue abierta, a Fernanda se la sigue buscando», sentenció el ex juez que se jubiló hace 15 años del Poder Judicial. «Cualquier elemento que lleve de nuevo a buscarla, sin dudas que se hará; lo mismo sobre algún pedido de algún lado porque nunca se pudo determinar si ella estaba o no muerta», reafirmó.

«Fue una causa muy triste, le pusimos todo el esfuerzo posible, pero no se la pudo encontrar. Era una zona inhóspita, había muchísimos aljibes, además se estaban quemando hornos de ladrillos, y puede haber intervenido o no alguna tercera persona que la haya llevado a algún lugar», estimó Toloy.

«Recuerdo que después de recuperar la causa hicimos una prueba de odorología forense que, si bien no tiene carácter científico, ayuda a la investigación. El Superior Tribunal de Justicia me autorizó a traer desde Neuquén a un perro -que se llamaba Corbata- entrenado por el policía y veterinario Roselli, y la investigación criminalística nos llevó a la conclusión, al menos por lo que el perro olía, que Fernanda estuvo en un vehículo que había secuestrado el juzgado federal», detalló el magistrado.

LA HIPÓTESIS DEL TOLOY: EL «BAUTISMO SEXUAL»

Consultado a Toloy cuál pudo haber sido el destino de Fernanda, éste resumió: «Lencina repitió una vieja historia de él: antes se acostumbraba al bautismo sexual, que era que un pariente te llevara a debutar sexualmente». «Miguel Ángel Lencina tuvo su debut sexual con su tío Apolinario Torres con quien secuestraron a una chica de 13 años cuyo apellido no recuerdo, la tuvieron atada a un árbol, abusaron de ella cuantas veces quisieron y cuando terminaron, decidieron darle muerte tirándola viva a un aljibe; el cuerpo fue encontrado cuando una persona fue a sacar agua de ese aljibe». Torres fue condenado a perpetua y Lencina, que en ese momento era menor de edad, recibió una condena mínima.

«Lencina repite esta historia al llevar a su sobrino a secuestrar a Fernanda y puede haber tomado una determinación similar: es muy probable que haya repetido lo que él vivió cuando debutó sexualmente», aseguró el juez que estuvo a cargo de la causa por la desaparición de la joven de San Benito.

Lencina cumplía una pena de 20 años por las muertes de Corina Domínguez y Viviana Treppan de Fisher. Para el ex magistrado, los crímenes de ambas mujeres estaban relacionados. «Lencina fue violado por Wenceslao Domínguez en ocasión de estar preso y quien abrió la puerta de la celda para ese motivo era un tío de Treppan de Fisher», indicó al descartar los vínculos con la trata de personas, como se expuso en su momento.

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