Concordienses opinan que representa el asado para ellos y cuáles son sus cortes favoritos

Este 11 de octubre se celebra el Día Nacional del Asado, desde Despertar Entrerriano salimos a recorrer las calles de Concordia con nuestra edición “La gente opina” para saber qué significa  esta tradición tan argentina, qué corte no puede faltar en una buena parrillada y cómo viven ese ritual tan nuestro de encender el fuego y compartir.

La consigna fue simple: ¿qué representa para vos el asado? Y las respuestas, aunque variadas, tuvieron algo en común: detrás de cada parrilla hay historias de familia, amistad y unión.

Para Leo, el asado es una cita obligada con los suyos. “La costilla no puede faltar, es lo que más nos gusta”, contó sin dudar. En su casa, la tradición es clara: “El primero que se levanta es el que prende el fuego”. Con ese espíritu, el ritual comienza temprano, con mate en mano y el chisporroteo del carbón como música de fondo.

Ricardo, en cambio, destacó la constancia familiar: “Vacío y chorizo no pueden faltar. Para nosotros el asado es reunir a la familia, estar juntos los fines de semana. Es típico, lo mantenemos todos los sábados o domingos. El que llega primero es el que prende el fuego”

José, otro entrevistado, se autodefine amante de las brasas: “Un choricito, una morcillita… eso no puede faltar. El asado es tradición, reunión en familia, encuentro con amigos. Es una de las cosas más lindas que tenemos. En casa no hay asador fijo, a veces me toca a mí”.

Por su parte, Karina se mostró fiel defensora de esta costumbre nacional, aunque admitió que en su casa no es tan frecuente: “Sí comemos, pero no tan seguido. Para nosotros el asado es placer y disfrute, algo que hacemos cuando tenemos tiempo libre. Es una tradición argentina que debe ir acompañada de un buen vino tinto. Yo lo tomo con un poquito de hielo, nada más”, confesó entre risas. Y cuando se trata del fuego, no hay dudas, su marido quien la acompañaba comentó: “Acá me toca a mí, siempre”.

Andrea también habló con entusiasmo de esos momentos alrededor de la parrilla: “La costilla es infaltable. Para mí, el asado es un momento muy especial; mientras más grande sea la mesa, mejor. Es la excusa perfecta para compartir”. En su casa, el asador tiene nombre propio: “Mi marido”, aseguró con una sonrisa cómplice.

Finalmente, Agustín y Giovanni, dos amigos que coincidieron en la caminata, dieron su punto de vista más reflexivo: “Sí, soy de comer asado y creo que la carne de todo tipo no puede faltar nunca”, dijo Agustín, mientras que Giovanni agregó: “Para mí, el chimichurri es esencial. El asado es un momento íntimo donde compartimos, hablamos de la vida, te ayuda a sociabilizar”. En sus familias, el fuego tiene guardianes definidos: “Mi papá”, respondió uno; “mi hermano, que hace muy buen asado”, completó el otro.

En cada testimonio se repite una idea que atraviesa generaciones: el asado es más que una comida, es una forma de encuentro. Es ese espacio donde se cruzan charlas, risas, historias y silencios cómodos, bajo el humo que sube lento y perfuma el aire de domingo en la ciudad de concordia.

Fuente: Despertar Entrerriano.