“El ajedrez, como la vida, tiene muchas similitudes” — Jorge Mengeón y una mirada profunda al mundo del ajedrez
Jorge Mengeón no solo juega al ajedrez: lo vive, lo piensa y lo vincula con los aspectos más imprevisibles de la existencia. Para él, el tablero de 64 casillas es mucho más que un juego: es un escenario de decisiones, estrategias y también de emociones. En diálogo con Despertar Entrerriano, reflexionó sobre cómo se prepara un ajedrecista, la importancia del estado físico y mental, y los paralelismos entre una partida y la vida misma.
“La preparación para una partida tiene múltiples aspectos. Está lo psicológico, lo estratégico y también lo físico. Por ejemplo, si uno sabe contra quién va a jugar, puede trabajar mentalmente para incomodarlo. Si el rival es agresivo y táctico, la idea sería llevar la partida a un terreno estratégico, donde no se sienta cómodo”, explicó Mengeón.
Más allá del análisis de aperturas o de las jugadas teóricas, el componente psicológico ocupa un lugar clave: “También hay que mentalizarse para lo que uno quiere lograr. A veces conviene jugar a ganar, pero otras, en función del torneo, hay que especular un poco, ser flexible”, sostuvo. Y agregó un aspecto no tan conocido: la preparación física: “Si un ajedrecista no está bien físicamente, no resiste un torneo. En mi caso, complemento con ejercicios aeróbicos y anaeróbicos. Hay quienes hacen yoga, otros salen a correr. El estado físico es tan importante como el mental o el teórico”.

La conversación también derivó en cómo manejar la frustración o los cambios inesperados durante una partida: “La partida viva, como le decimos, siempre tiene vuelcos imprevisibles. Eso hay que esperarlo: que suceda lo que no está previsto. Como en la vida, lo que es alegría puede transformarse en tragedia, y lo que es simple en algo muy complejo. Resolver sobre la marcha es una de las claves del buen ajedrecista”, señaló.
En torneos recientes como el Campeonato de Concordia, el ritmo de juego también fue un factor determinante: “El tiempo influyó mucho en los resultados. En varias partidas fue decisivo y marcó quién seguía con chances y quién no”, comentó.
Para Mengeón, el ajedrez tiene un valor que va más allá de la competencia: “Te da oportunidades, y a veces esas oportunidades son únicas. Otras, se repiten. Yo invito a cualquiera que tenga interés a acercarse al ajedrez. No importa la edad, la clase social ni la condición física. Es un mundo mucho más amplio del que imaginamos”, expresó.
Y concluyó con una mirada integradora: “El ajedrez puede ser muchas cosas: un entretenimiento, una competencia, una forma de hacer ‘cable a tierra’, de analizar, de estudiar. Hay facetas sociales, deportivas y culturales que no se reducen solo a jugar torneos. También se puede resolver problemas, componer finales artísticos o simplemente disfrutar de analizar partidas”.
Fuente: Despertar Entrerriano
























