
Las temperaturas templadas de primavera son ideales para la agricultura familiar
La llegada de la primavera marca el inicio de temperaturas templadas, abundante luz solar y mayor pluviometría, que constituyen condiciones ideales para comenzar a sembrar en huerta familiar. Recomendaciones para optimizarla y qué sembrar.
La llegada de la primavera marca el inicio de un ciclo clave para la agricultura familiar y las huertas de autoconsumo. Con días más largos, un régimen de lluvias más regular y el fin del riesgo de heladas, se abre una ventana óptima para poner en marcha plantaciones que fructificarán hacia el verano y el otoño. Este clima favorece tanto cultivos típicos de estación como frutales.
Además de proporcionar frutas y verduras frescas, tener una huerta en casa ofrece numerosos beneficios, desde mejorar la calidad de vida hasta promover una alimentación más saludable y sostenible.
Características de la estación
-Más horas de sol: fundamentales para que las plantas realicen la fotosíntesis de manera eficiente.
-Mayor humedad y lluvias: ayudan al establecimiento de las raíces y reducen la necesidad de riegos iniciales.
-Menor riesgo de heladas: permite sembrar directamente al aire libre gran cantidad de especies.
La primavera es un momento ideal para preparar tu huerta, especialmente a partir de mediados o finales de septiembre, cuando las temperaturas comienzan a subir.
Durante esta temporada, es recomendable sembrar cultivos que prosperen del clima cálido y soleado. Entre ellos se encuentran el tomate, el morrón, el zapallo, el pepino y el zapallito.
Para quienes buscan una cosecha continua durante todo el año, pueden optar por hortalizas y verduras que se adaptan a diferentes estaciones, como rúcula, acelga, lechuga, rabanito, zanahoria, perejil, puerros, remolacha y espinaca.
Para añadir un toque especial a tus comidas, considerá sembrar plantas aromáticas como albahaca, orégano, tomillo, cilantro, eneldo y romero, que proporcionarán ingredientes frescos y aromáticos durante toda la temporada.
En septiembre y durante la primavera en Entre Ríos, se pueden sembrar hortalizas de hoja como lechuga, acelga, rúcula y espinaca; de raíz como zanahoria, rabanito y remolacha; y de fruto para la temporada cálida como tomate, pimiento, pepino, zapallo y sandía. También, es un buen momento para plantar albahaca, perejil y otras hierbas aromáticas.
¿Qué sembrar en primavera?
A continuación, un listado de cultivos recomendados para sembrar en primavera, divididos por categorías:
Hortalizas de fruto (ideal para siembra directa o trasplante):
-Tomate: estrella de la estación, mejor cuando se trasplanta desde almácigos.
-Pimiento (morrón o ají): necesita calor y buen sol, fuerte demanda primaveral.
-Berenjena: requiere calor y luz; siembra en almácigos seguida de trasplante.
-Zapallo, zapallito, calabaza: cultivos típicos de primavera-verano, muy adaptados al clima con sol intenso.
-Poroto: leguminosa de estación con buena adaptación.
Hortalizas de hoja y raíz (crecimiento rápido, fáciles de escalonar):
-Lechuga: variedad de clima templado, ideal para siembra escalonada.
-Acelga y espinaca: resistentes y adaptables, muy recomendadas para esta época.
-Rúcula: de rápido crecimiento, propia de siembra primaveral.
-Zanahoria y rabanito: raíces ideales para siembra directa, germinan rápido.
-Remolacha: adaptable, buena opción en huertas familiares.
Hierbas aromáticas:
-Albahaca: excelente para siembra en almácigos o trasplante entre septiembre y octubre.
-Perejil: se adapta todo el año si se eligen especies, florece bien en primavera.
Recomendaciones generales para optimizar la huerta
Planificación del espacio y rotación: alternar familias botánicas -por ejemplo, no sembrar solanáceas seguidas- ayuda a evitar el agotamiento del suelo y enfermedades.
Uso de almácigos: cultivos sensibles como pimiento, berenjena y tomate conviene iniciarlos en almácigo y luego trasplantarlos con mejores tasas de éxito.
Exposición al sol: muchas hortalizas requieren al menos 6–8 horas de luz directa.
Suelo fértil y abonado: enriquecer la tierra con compost o abonos verdes mejora la productividad y la estructura del suelo.
Riego estratégico: cultivos como zapallitos requieren agua regular durante floración y cuajado.
Monitoreo y control de plagas: víctima de oídio, pulgones o trips, muchas especies exigentes como zapallitos o tomate deben ser observadas con cuidado.
Fuente: El Once