El comercio electrónico argentino consolidó su peso dentro de la economía y ya representa uno de cada cuatro pesos del consumo total del país. De acuerdo con el último informe de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), la facturación del sector alcanzó $15.317.918 millones durante el primer semestre de 2025, lo que implica un crecimiento del 79% respecto al mismo período del año anterior, muy por encima de la inflación del 39,4% interanual.
Durante esos seis meses se concretaron 149,5 millones de órdenes de compra, un 46% más que en la primera mitad de 2024, y se vendieron 203,9 millones de unidades, con un ticket promedio de $102.449, un incremento del 23%, aunque por debajo del aumento general de precios. El informe destaca que Alimentos y Bebidas fue la categoría con mayor volumen de ventas, seguida por Herramientas y Construcción y Hogar, Muebles y Jardín, lo que refleja una diversificación del consumo digital que abarca desde bienes básicos hasta artículos para el hogar.
Según Gustavo Sambucetti, director institucional de la CACE, “el crecimiento en Alimentos y Bebidas es significativo, incluso en un contexto de caída general del consumo en 2024”. Explicó que este fenómeno responde “a una mayor oferta en línea y a experiencias de compra más simples”, aunque aclaró que “no compensa la merma de los comercios físicos”.
En la actualidad, el canal online representa cerca del 25% de las ventas totales del país, y seis de cada diez empresas reconocen que su evolución fue igual o superior a la de los canales presenciales. Entre las categorías con mayor penetración se encuentran Hogar y Decoración (38%), Productos de Belleza (26%), Indumentaria no deportiva (25%), Indumentaria deportiva (23%) y Electrónica y electrodomésticos (21%).
El papel de los marketplaces
Los marketplaces se consolidaron como las principales vidrieras virtuales, concentrando el 43% de las unidades vendidas online y el 26% de la facturación, según un estudio de NielsenIQ. Su atractivo radica en la combinación de comodidad, seguridad y promociones, especialmente en rubros como tecnología y electrodomésticos. No obstante, Sambucetti advirtió que algunos grandes retailers comenzaron a desarrollar sus propios marketplaces, lo que “redefine la dinámica competitiva y demuestra que el canal propio sigue siendo estratégico”.
El comercio electrónico argentino también se expandió hacia el exterior. Durante 2025, un 8% de los consumidores realizó su primera compra internacional online, y cuatro de cada diez ya habían adquirido productos fuera del país alguna vez. Aunque solo el 5% de las empresas locales ofrece esta opción, en los casos en que está disponible, las ventas internacionales representan hasta el 10% del total de la facturación. Las importaciones vía courier alcanzaron los USD 72 millones, el doble que en 2024.
Los productos más demandados incluyen contenidos audiovisuales, celulares y accesorios, indumentaria y calzado deportivo, impulsados por mejores precios y mayor variedad. Aun así, Sambucetti subrayó que “la rapidez de entrega local —el 40% de los pedidos llega en 24 horas— y la facilidad de cambios siguen otorgando ventajas frente a las compras internacionales”.
Nuevas tendencias de pago y financiamiento
En materia de medios de pago, la tarjeta de crédito sigue liderando con el 63% de participación, pero se destaca el crecimiento de las billeteras electrónicas, que triplicaron sus operaciones respecto del primer semestre del año pasado. Además, nueve de cada diez empresas ofrecen cuotas, la mayoría en seis pagos o menos, lo que facilita el acceso a productos de mayor valor y estimula el consumo digital.
La conectividad también juega un papel determinante: el 79% de los hogares argentinos tiene acceso a internet, lo que coloca al país entre los más avanzados de la región en infraestructura digital. En paralelo, la Generación Z impulsa la integración entre comercio y redes sociales: el 53% compra directamente desde plataformas como Instagram o TikTok, y el 43% interactúa con publicaciones comprables, lo que obliga a las marcas a desarrollar experiencias más interactivas y personalizadas.
Las perspectivas de desarrollo a futuro son positivas, teniendo en cuenta que miles de empresas están trabajando en paralelo para dar soluciones de conectividad informática. Sin ir más lejos, el sector de Economía del Conocimiento alcanzó un récord de exportación este año y los números parecen no tener techo.
El desafío de la visibilidad
En este contexto, las pequeñas y medianas empresas buscan mejorar su posicionamiento web para captar tráfico orgánico y competir en igualdad de condiciones. “El comercio online no es solo una opción, sino una necesidad imperante en el mundo globalizado actual”, afirmó Alejandro Trecco, cofundador de Pórtico 8, firma especializada en SEO. En tanto, Federico Cerutti, Chief Revenue Officer de la compañía, añadió que “no se trata solo de sobrevivir, sino de prosperar; el comercio online ofrece una plataforma para alcanzar clientes más allá de las limitaciones geográficas tradicionales”.
El posicionamiento web, coinciden los expertos, se consolida como una herramienta estratégica para aumentar la visibilidad, generar confianza y sostener las ventas sin depender exclusivamente de la publicidad paga o de los grandes marketplaces. En un mercado donde el comercio electrónico ya representa un cuarto del consumo nacional, las pymes que logren optimizar su presencia digital estarán mejor preparadas para consolidar su crecimiento en los próximos años.
Fuente: Infobae
























