En conmemoración al Día Mundial del Peluquero, entrevistamos a la peluquera Andrea Rutigliano
El 25 de agosto se celebra el Día del Peluquero porque fue el día en que el rey de Francia, Luis IX, fue santificado por la Iglesia Católica. El monarca fue homenajeado por los peluqueros, ya que durante su reinado le dio importancia a esta profesión y declaró a su peluquero oficial como hombre libre y lo jerarquizó a la altura de caballeros, jueces, médicos y magistrados.
Además, cuenta con una particular historia en Argentina, donde el director de cine y también peluquero Domingo Guillén organizó en el teatro Coliseo una fiesta masiva para conmemorar la efeméride establecida en el 1600. Sin embargo, no fue hasta que el Congreso Nacional de Peluqueros, que tuvo lugar en Pergamino, en 1940, que se estableció oficialmente el Día del Peluquero en nuestro país.
En esta edición N° 82 de “Entrevistados” dialogamos con Andrea Rutigliano, peluquera de la ciudad y propietaria de un salón de belleza local quien nos comentó su historia. “Hace 14 años que ejerzo la peluquería y hace 13 que soy peluquera. Comencé a trabajar cuando estaba cursando todavía la carrera. En mi caso me ayudó mucho la pandemia, con turnos reducidos, el límite de gente. Es cuando hice un vínculo mucho más cercano con mis clientas, donde podes conocerlas más en profundidad”.
“Con el cliente crece el vínculo, en mi caso tengo salón propio hace 10 años y tengo clientas que conozco hace 15 años. Me toca decir que peiné nenas cuando cumplían 15 años y al día de hoy ya están terminando la facultad y en otros casos peinar a las hijas de quienes en su momento fueron clientas”.
DE: ¿Por qué elegiste esta profesión?
AR: En realidad no pensaba estudiar peluquería. Termine la secundaria y comencé con Contador Público. Siempre me gustó la peluquería, mi mamá estudió esto y yo era su modelo, estuve en este ambiente desde chica. Cuando estaba estudiando para contadora, una amiga me invita a realizar el curso de peluquera y lo hice como hobby y nunca imaginé hoy día dedicarme a esto.
En su momento hice las dos cosas donde trabajaba como peluquera y estudiaba, luego por distintos motivo dejé los estudios y me dedique a trabajar en la peluquería.
DE: ¿Qué es lo más gratificante?
AR: Las personas, por su agradecimiento no solo por el trabajo sino por el vínculo que se genera entre sí. Durante la semana trabajo sola, y esa relación es clienta-peluquera.
DE: Este vínculo que decís… ¿hace que ellas vuelvan?
AR: Si, porque tengo clientas desde el momento en el que abrí y clientas que estaban conmigo desde mucho antes.
DE: ¿Hay diferencias desde tus inicios?
AR: Si, mucho y eso hace que una crezca. En este rubro tienes infinidades de cosas, nunca terminas de estudiar, aprender. Salen muchas capacitaciones para todo.
DE: ¿Cómo ayudó la tecnología en los diferentes procesos de este rubro?
AR: Lo que tiene la tecnología no solo en redes sociales sino que también en los productos y maquinarias. Salen muchas cosas constantemente. Una de las cosas buenas dentro de lo malo que nos dejó la pandemia, es la virtualidad. Para nosotros es importante porque hay muchos cursos y capacitaciones a distancia, infinidad de rubros. Estudié a nivel internacional avalado en España y Estados Unidos como instructora de belleza, junto con personas de Colombia, Venezuela, etc.
Todo el tiempo hay que seguir capacitándose, no solo porque salen nuevos productos sino porque hay nuevas técnicas, diferentes casos. Lo que más me gusta hacer es la parte de colorimetría con infinidad de cosas, como la variación de la tintura según la marca.
DE: ¿Hay que ser sincero en este rubro?
AR: Si, yo soy bastante. Hay trabajos que uno no lo puede hacer y si para mí no quedan bien le digo a la clienta que no lo puedo hacer. Prefiero la sinceridad y no realizar un trabajo que no le guste, ya que es una mala reputación para mí.
Hay muchas que te llevan una foto y te piden eso, pero esa imagen a lo que te encuentras en el cabello, es distinto. Con el acceso a los productos hay muchas que se realizan las cosas solas, y cuando van al salón es distinto. En esos casos le damos muchas opciones y por ejemplo hay cosas que les digo que no.
DE: ¿En qué época se trabaja mejor?
AR: Los cumpleaños de 15 o las recepciones son épocas donde se trabaja mucho. Trabajamos con peluquería junto a una manicura y una maquilladora, entonces para ese tipo de eventos tenemos todo el vínculo, toda una tarde que se comparte con la persona protagonista.
DE: ¿Hay alguna experiencia gratificante que recuerdes?
AR: Hay algo que me marcó y es que una nena que tendría 7 años, con un cabello muy largo. La madre me dice que ‘le pregunte por que se quería cortar el pelo’ y cuando le pregunto me responde: ‘Vi en la tele que están pidiendo donaciones de pelo para mujeres que lo pierden por cáncer, entonces me quiero cortar para que hagan pelucas, total a mí me crece’, eso fue lo que más me marcó. Me sirvió mucho como profesional e incluso tengo muchas clientas que donaron su cabello, nenas por la cintura que lo tienen hasta la recepción y después lo donan.
DE: ¿Qué consejo le podes brindar a los jóvenes?
AR: Hay que dedicarle tiempo, estudio y sobre todo paciencia. La sinceridad también ingresa, porque si hay cosas que no se pueden hacer la sinceridad ingresa. Hay que saber decir que no antes de ponerse en un compromiso.
Te invitamos a ver la entrevista completa en «Entrevistados» disponible en nuestro canal de YouTube: Despertar Entrerriano.



























