«La Casa de la Impresora» fue creada en el año 2007: “Quería que, cuando alguien pensara en impresoras, pensara en mi negocio”
En esta edición N° 40 de «Conociendo a… distintas empresas de Concordia» de Despertar Entrerriano, nos sentamos con Eduardo Bazzarelli, propietario de «La Casa de la Impresora», para conocer la historia de esta empresa local, los desafíos que ha enfrentado y las estrategias que la han impulsado al éxito. Eduardo nos contó cómo su pasión por las impresoras lo llevó a fundar este negocio, que ha evolucionado notablemente a lo largo de los últimos años.
Entrevista:
¿Cómo y cuándo surgió «La Casa de la Impresora»?
«La Casa de la Impresora fue creada en el año 2007. En ese momento, trabajaba en otra casa de computación donde era especialista en impresoras. Me gustaba mucho ese trabajo y veía que había una oportunidad de negocio en ese rubro, así que decidí abrir mi propio local. Al principio, el negocio estaba en un pequeño local enfrente de donde estamos ahora. Soñaba con tener mi propio espacio, así que compré este lugar y comencé a construirlo a mi gusto. Quería que fuera algo diferente, que no fuera solo otra casa de computación, y así nació La Casa de la Impresora.»
¿Por qué elegiste centrarte en las impresoras en lugar de tener una casa de computación común?
«Lo que buscaba era especializarme en algo que me distinguiera del resto de las casas de computación de la ciudad. Quería que, cuando alguien pensara en impresoras, pensara en mi negocio. Entonces, captaba a los clientes con las impresoras, pero luego les ofrecía nuestros otros servicios: reparación de computadoras, notebooks y equipos electrónicos. Eso fue lo que me permitió destacarme desde el principio.»
¿Cómo ha evolucionado la empresa con los avances tecnológicos?
«Recuerdo que, hace unos 7 u 8 años, un cliente me dijo que las impresoras iban a desaparecer, que en pocos años ya no se usarían más. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Hoy en día, usamos más impresoras que nunca. La tecnología avanza, pero eso no ha cambiado la necesidad de impresoras, y nosotros seguimos creciendo en ese rubro. Además, la tecnología nos ha permitido mejorar nuestro servicio, como por ejemplo, el hecho de que ahora importamos muchos repuestos desde China que no se consiguen en Argentina.»
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que han enfrentado como empresa?
«Desafíos tenemos todos los días, especialmente con el tema de las importaciones. Las reglas cambian constantemente, y muchas veces me ha costado perder dinero en algunos negocios por no prever ciertos costos o cambios en los impuestos. También fue un gran desafío cuando decidí mudarme a Miami por tres meses para afianzar el tema de las importaciones y abrir un depósito allá. Fue una inversión grande, pero necesaria para seguir creciendo. Ahora puedo ofrecer productos personalizados que no se consiguen fácilmente en Argentina.»
¿Cómo han logrado mantener la fidelidad de sus clientes a lo largo de los años?
«El cliente siempre tiene la razón, o al menos eso es lo que siempre digo. Mi estrategia es hacer que el cliente se sienta atendido y escuchado. Si un cliente se va contento, sé que va a recomendar nuestro negocio a otros. Además, la atención personalizada es clave. Siempre asesoramos a los clientes sobre qué equipo comprar según sus necesidades, incluso si eso significa perder una venta en el momento. Prefiero que se vayan con un producto que realmente les sirva y no con algo que no les va a funcionar.»
¿Han notado cambios en los hábitos de consumo de sus clientes?
«Uno de los cambios más notables es que antes los clientes optaban por gabinetes grandes, donde se veían todos los componentes. Hoy en día, todo es más compacto: notebooks más finas, celulares más poderosos, y las impresoras se siguen usando mucho, pero ahora todo está más orientado a lo práctico y funcional. También hemos visto un aumento en la demanda de productos más personalizados, como las importaciones directas de equipos desde Estados Unidos.»
¿Qué productos y servicios ofrece actualmente «La Casa de la Impresora»?
«Ofrecemos una variedad de servicios, que van desde la reparación de computadoras, notebooks e impresoras, hasta la venta de insumos. Además, tenemos un servicio de importación que se llama ‘Importamos a tu Casa’, donde traemos productos personalizados desde China o Estados Unidos. Hacemos pedidos especiales de notebooks, repuestos y otros productos tecnológicos. Además, viajo a Estados Unidos cada tres meses para realizar compras completamente personalizadas para nuestros clientes.»
¿Cómo describirías la esencia de «La Casa de la Impresora»?
«Para mí, La Casa de la Impresora es un desafío diario. Cada día me levanto pensando en cómo mejorar, cómo hacer que nuestros clientes se vayan satisfechos. Siempre digo que lo más importante es que el cliente se vaya contento, y luego, en segundo lugar, está la parte económica. Es un negocio que me apasiona, y siempre estoy buscando maneras de reinventarlo y destacarme del resto.»
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar en este rubro?
«Lo más importante es no tener miedo. A lo largo de los años he aprendido que hay que arriesgarse y tomar decisiones, aunque a veces te equivoques. El miedo puede hacerte perder oportunidades. También creo que es esencial avanzar paso a paso, no desesperarse por querer tener todo de una vez. Si haces las cosas bien, todo llega a su tiempo. Y, por último, siempre cuidar la relación con los clientes, porque sin ellos, no hay negocio que pueda prosperar.»
Te invitamos a ver la entrevista completa en «Conociendo a…» disponible en nuestro canal de YouTube: Despertar Entrerriano.

























