Show de luces, color y sonido: El fracaso millonario de la “Fuente de Aguas Danzantes” que Concordia dejó en el olvido
Lo que en septiembre del 2015 se presentó como un símbolo de modernización y orgullo para la ciudad de Concordia, hoy es un monumento al abandono. La fuente de aguas danzantes, ubicada frente al Centro de Convenciones de Concordia (CCC), no solo dejó de cumplir su propósito como atractivo turístico en tan solo meses de su inauguración, sino que se ha transformado en un espacio degradado que los peatones utilizan como atajo.
El costo original de la obra fue de $3,3 millones, un monto que, ajustado por la inflación acumulada desde entonces, supera más de $300 millones de pesos en la actualidad. Esta cifra pone en evidencia lo costoso que fue este proyecto para las arcas públicas y el poco provecho que se le sacó.
Inaugurada con bombos y platillos en septiembre de 2015 por el entonces gobernador Sergio Urribarri, junto a Gustavo Bordet (Intendente en ese momento), la fuente fue presentada como una joya de la modernidad. Su diseño incluía chorros de agua sincronizados con luces de colores y música, prometiendo convertirse en un punto de referencia para el turismo local.
Nueve años después, el panorama no podría ser más distinto. Donde antes había espectáculo y vida, ahora hay vacío, basura acumulada y estructuras despintadas. Las placas conmemorativas de su inauguración han sido retiradas, y el espacio es utilizado por estudiantes y transeúntes como un atajo improvisado.
Desde su concepción, la fuente generó polémica. Muchos vecinos cuestionaron la necesidad de destinar millones a un proyecto que, aunque vistoso, parecía desconectado de las necesidades reales de la ciudad. “Desde el principio cuestionamos si esta fuente era realmente una prioridad para la ciudad”, nos comentó un comerciante de la zona.
En retrospectiva, estas críticas parecen haber sido acertadas. No solo por el elevado costo inicial, sino por la falta de mantenimiento que llevó a su estado actual. “Se invirtió millones en algo que se abandonó al poco tiempo. Eso no es modernidad, es un desperdicio”, agregó el comerciante.
Marcelo Spomer, director del CCC, reconoció a nuestro medio Despertar Entrerriano el estado de abandono y la falta de planes claros para el futuro de la fuente. “Estamos evaluando qué hacer con la fuente. Es un tema que se está analizando junto a otros actores, pero todavía no hay una decisión concreta”, dijo. Según Spomer, se están recabando datos técnicos para determinar si es posible repararla o si convendría destinar el espacio a otro uso.
El deterioro de la fuente no es solo un problema estético; reabre el debate sobre las prioridades de inversión pública en Concordia. ¿Fue correcto destinar millones a una obra de dudosa utilidad, mientras otros sectores de la ciudad requieren atención urgente?
Lo cierto es que la fuente de aguas danzantes, lejos de ser un símbolo de progreso, se ha convertido en un recordatorio de promesas incumplidas y gestiones cuestionables. Un legado que, con los valores actuales, costó más de $300 millones y que hoy se refleja en agua sucia y óxido.
Fuente: Despertar Entrerriano
