¿Qué tan fuerte pega hoy la moda circular en Concordia?
La moda circular se instala como una alternativa real, accesible y ecológica. Ropa usada, intervenida, de consignación o reciclada que vuelve a la vida y evita toneladas de desecho. Para saber qué tan fuerte pega esta tendencia en Concordia, recorrimos ferias, showrooms y emprendimientos locales que trabajan a diario con este modelo y conocen de cerca cómo están cambiando los hábitos de consumo. Despertar Entrerriano dialogó con quienes sostienen esta transformación desde lo cotidiano.
La diferencia entre una feria americana tradicional y la moda circular se vuelve más evidente: mientras la primera se centra solo en la venta de ropa usada, la segunda propone un ciclo completo que abarca selección, reutilización consciente y un enfoque ambiental y nuevas generaciones más abiertas al reuso.
Curaduría, precios accesibles y prendas “como nuevas”
En Vestidor Moda Circular, el concepto es claro: prendas de marcas nacionales e importadas que pasan por una curaduría estricta antes de salir a la venta. La dueña remarca que el mayor desafío sigue siendo cultural, pero una vez que las personas prueban, vuelven. “Un gran porcentaje de habitantes de nuestra ciudad aún no se animan a comprar ‘usado’, pero una vez que vienen a El Vestidor descubren que aquí todo es ‘usado como nuevo’ y a precios muy convenientes”, cuenta.

La lógica de reutilización atraviesa todo el proceso, incluso cuando una prenda no está en condiciones de venderse: se dona a roperitos parroquiales, fundaciones y espacios con talleres de costura. Aun así, el cambio de mentalidad va despacio. “Aún hay que trabajar mucho para que nuestra sociedad tenga conciencia ecológica y creo que por ahora los que compran moda circular es debido a los bajos precios”, admite, marcando la tensión entre lo económico y lo sustentable.
Ferias que sostienen economías familiares y redes comunitarias
La Feria San Lorenzo es uno de los puntos más representativos de esta tendencia. Allí, entre percheros colmados y bolsos que van y vienen, Marisa creó un espacio que combina necesidad, trabajo y comunidad. “Empecé vendiendo mi ropa, después mis amigas me traían, y ahora compro, separo, lavo, arreglo. Siempre limpio y en buenas condiciones”, cuenta.

Prefiere trabajar con personas conocidas o consignación para mantener cuidado y trazabilidad, y tiene una postura firme: “No recibo donaciones porque no sé de dónde salen, prefiero que eso vaya a la iglesia”, señala.
Su filosofía es simple, práctica y resume el espíritu de la moda circular en la ciudad: “La moda circular es una segunda oportunidad. Si está en buen estado, ¿por qué tirarlo?”. En su feria conviven quienes buscan ahorrar, quienes valoran la sustentabilidad y quienes simplemente disfrutan encontrar una prenda distinta, con historia.

Consignación y conciencia ambiental: el modelo que crece en Garaje Sale Circular
En Garaje Sale Circular, Florencia sostiene un emprendimiento que comenzó en 2022 y que sigue vigente gracias al boca a boca y a una comunidad fiel. Su sistema se basa en la consignación: recibe prendas, fija el precio y, cuando se venden, reparte la ganancia con la proveedora.

Nada queda olvidado: lo que no circula vuelve a su dueña o se dona según lo pactado. “La gente se copó desde el principio y estuvo interesada. Siempre tengo clientas desde mi primera feria hasta ahora”, cuenta. En su espacio —que funciona actualmente en el quincho de la casa de sus suegros— las prendas se muestran en valijas, listas para revolver.

Florencia observa con claridad cómo cambiaron los hábitos: “Muchas clientas llevan su bolsa o aceptan una bolsa de otra marca. Incluso hay gente que no quiere bolsa para no generar más contaminación”, destaca. Para ella, Concordia ya abrazó el espíritu circular: “La gente elige ropa que viene de otra vida. No le ponen una connotación negativa a que sea usado, al contrario: les encanta”.
Fuente: Despertar Entrerriano

























