Despertar Entrerriano

Diario de Concordia

«El Refugio» de Concordia: Un Espacio de Esperanza para los Animales Desamparados

En esta edición de Entrevistados de Despertar Entrerriano nos encontramos con Doly Sarli, integrante de la comisión directiva de «El Refugio», de la Sociedad Protectora de Animales Concordia, en conmemoración al 19 de Agosto, Día Internacional del Animal sin Hogar, que se celebra cada tercer sábado de agosto.

-¿Cuál es la función de «El Refugio»?¿Dónde se ubica y hace cuánto tiempo?

«El trabajo de la institución, Sociedad Protectora de Animales, no es solamente mantener ese refugio. Lo que hace «El Refugio» es contener a los animales que rescata la instalación, para recuperarlos y después insertarlos en familias. Ese sería el trabajo más importante, aparte de otros trabajos que también hace la institución, en la medida que los recursos lo permiten. Este refugio lo que hace es recepcionar a los animales. En algunos casos buscamos tránsito, cuando la situación es muy grave, porque «El Refugio» no está del todo acondicionado para todos los casos. Entonces se busca tránsito y con esto, se logra recuperarlos en una casa para después buscarles familia».

«Se ubica en Eva Perón 1800, para el lado de La Bianca. Ya van 45 años de la institución».

-¿Cuántos perros rescatan y cuidan en promedio en «El Refugio»? ¿Y cuál es la capacidad que tienen para ello?

«En primer lugar nosotros ahora estamos con el tema caniles (Espacios con rejas perimetrales en donde los perros pueden correr y jugar con seguridad) porque son insuficientes los caniles en cuanto a que ya están muy deteriorados. Justamente recibimos una donación hace alrededor de dos meses, por parte del presidente de la Cámara de Diputados, que estamos viendo cómo la encaramos para construir los caniles de material porque justamente no están en condiciones, entonces no se puede llevar muchos animales. En este momento debe haber unos 32 animales, pero son cifras oscilantes porque se pueden ir en adopción y al otro día ingresan, entonces son cifras que pueden subir o bajar. En este momento nosotros estamos manejándonos con esa cifra y lo que tratamos de hacer básicamente es controlar los animales que egresan, los animales que ingresan y los recursos que se tienen para mantenerlos. Porque si nosotros no ajustamos esas tres áreas, lo que nosotros tenemos es un desequilibrio en el trabajo de la institución. Si a nosotros nos ingresan demasiados animales y no salen animales, puede que el dinero que nos ingrese no alcance para mantener esos animales. Entonces nosotros si o si estamos limitados, necesitamos recursos también humanos».

-¿Cómo financian las operaciones diarias del refugio? ¿Dependen de donaciones, subvenciones o eventos de recaudación de fondos?

«La financiación es la cuota social, la cuota societaria de los socios. Después tenemos un convenio con Municipalidad que tiene continuidad por un año, pero a veces hay ciertos inconvenientes que se presentan o atrasos y entonces pasan uno o dos meses que no se cobra; esto es dentro de todo normal, pero es la Municipalidad la que a nosotros nos ha estado ayudando dentro de todo de manera corrida. En otras gestiones sí ha habido ayuda de otros órganos del Estado y demás, pero en este momento lo que tenemos es eso, convenio con Municipalidad, más la cuota social más las donaciones comunes, las donaciones de las personas que quieren donar de forma particular. De eso y de alguna actividad como por ejemplo la venta de pasteles o también puede ser alguna contribución que se haga, de eso es de lo que se sostiene la institución».

-¿Qué tipo de procesos siguen para rescatar y acoger a un perro en su refugio?

«Hay veces que se nos pide ayuda por medio de páginas. Como nosotros no tenemos muchos recursos, lo que intentamos es que la gente nos ayude con algún traslado, entonces pedimos traslado, que se lo lleve a la veterinaria, y después sí nos hacemos cargo. Vamos manejándolo en la medida que podemos. Y a veces nosotros, los mismos integrantes de la comisión directiva o voluntarios, detectamos un animal en la calle, algunos de nosotros andamos mucho en la calle y hacemos los rescates de forma directa. Esas son las dos formas, o nos piden ayuda o vemos un caso donde se está pidiendo a las redes sociales ayuda y si nosotros tenemos la posibilidad, nosotros acudimos a todas las ayudas posibles».

-¿Cómo hacen con el tema médico, veterinario y demás? ¿Se paga con la financiación?¿Con la ayuda de la gente?¿Tienen algún convenio con alguna veterinaria?

«Nosotros nos manejamos con dos veterinarios. Nosotros no tenemos un convenio con nadie, simplemente nosotros hacemos el uso de la veterinaria durante el mes, los primeros días del mes, se abona el gasto que sea. Eso es todo en cuestión de veterinaria. La otra parte en cuestiones veterinarias de la que tenemos sí ayuda es de la Veterinaria Municipal. La Veterinaria Municipal por ahí nos ayuda en facilitar ciertas cuestiones, como las castraciones, alguna urgencia, etc. Sí hemos tenido ayuda por parte de la Veterinaria Municipal en algún que otro caso grave, por ejemplo, tuvimos un caso de una perrita que estaba mal pariendo, los cachorros estaban muertos adentro. Eso, por ejemplo, requiere una cirugía urgente. Si no tiene la cirugía, el animal muere. La familia era de escasísimos recursos, no la podían ayudar, o se la ayudaba o moría. Entonces hicimos toda una movida y contamos con la ayuda de la Municipalidad y en ese caso, Municipalidad fue la que nos ayudó con el pago de esa cirugía, que lo hizo por medio de sus veterinarios, no por medio de los nuestros. En definitiva, nosotros contamos con esos dos veterinarios con los que nosotros trabajamos, pero aparte contamos también con la ayuda de la Veterinaria Municipal».

-¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta «El Refugio»?

«Yo diría más que El Refugio, la Sociedad Protectora de Animales. Son muchos, pero lo más importante sería el capital humano que se necesita, porque hay una diferencia entre una asociación civil que no tiene fines de lucro, y una empresa. Básicamente, en la asociación civil uno lo que necesita es capital humano; porque la empresa lo hace pagando sueldos, pero acá no. La gente trabajando logra recaudar. No sólo se peticiona a las autoridades, como tenemos derecho de hacerlo, sino que también al haber mucha gente trabajando se logra recaudar y entonces se puede trabajar mejor. Al no tener ese capital humano trabajando, las limitaciones son muy superiores. Entonces ese es el problema que en este momento particularmente estoy viendo yo y creo que mis compañeros comparten, que estamos viendo con respecto de la institución y el trabajo institucional; porque la institución no sólo tiene que limitarse a rescatar un animal y llevarlo, hacerlo atender, recuperarlo para reinsertarlo; la institución también tiene que hacer trabajos, por ejemplo, en fiscalía, no los puede hacer porque no tiene gente. Tiene que hacer trabajos de concientización, tiene que ir mucho más a las escuelas y a los barrios, pero no tiene gente para hacerlo. Necesita mucho más voluntariado en todo lo que es trabajo de campo, no lo tiene. Se necesitan traslados, no tienen los recursos para hacerlo. Al no haber gente también se reduce la cantidad de recursos. Entonces creo que el desafío más grande es que se sume gente con verdadera vocación y voluntad de trabajar sabiendo que la única retribución es la satisfacción de salvar a esos inocentes que necesitan ser salvados».

-¿Cómo se lleva a cabo el proceso de adopción de los perros? ¿Cuáles son los criterios que deben cumplir los posibles adoptantes?

«El proceso de adopción no es complicado, muchas veces se ha planteado que somos demasiado exquisitos, básicamente no se trata de eso, simplemente que dado a las experiencias que tuvimos, tomamos ciertos recaudos. En primer lugar, la institución tiene los contratos de adopción que son obligatorios. El contrato de adopción es una herramienta del animal, es decir, la institución puede defender al animal y la única herramienta que tiene es el contrato de adopción. En el contrato de adopción la gente se compromete con la Sociedad Protectora de Animales al cuidado básico de ese animal: castración, vacunas, atención veterinaria, alimento, agua y resguardo, es lo que se pide, que es la base del buen trato al animal. Entonces nosotros pedimos que la gente lea los contratos cuando los firma, que no sea una firma nomás, sino que lea los contratos, que lea los puntos a los que se compromete. Se firma el contrato y después, por ejemplo, hay adoptantes que castraron y le mandan a la página la foto del adoptado que ya está castrado, o manda las fotitos del carnet de vacunación y con eso está registrado. Nosotros podemos llegar a ir a la casa de una persona cuando esa persona no responde porque entonces se está planteando un problema. Ese sería el proceso fundamental de adopción».

-¿Hay alguna historia de algún perrito que recuerda con cariño que haya llegado a «El Refugio « en mal estado y haya tenido una transformación notable?

«Sí, hay muchos. Los casos, por ejemplo, de secuestro. Hay un caso que fue múltiple, un caso bastante emblemático, donde se rescataron, si mal no recuerdo en ese momento, tres hembras y un macho; dos de las hembras estaban, una estaba alzada y otra estaba con cría, las crías se dieron en adopción, estaban bastante en mal estado, fueron recuperados y fueron dados en adopción todos. ¿Por qué digo que fue un caso emblemático? Porque vienen de una familia que tuvo varias veces denuncias, no fue el único caso por el que se les secuestraron animales, después volvieron a tener animales y hubo que volver a operar sobre ellos. Es muy difícil enfrentar situaciones así, porque las leyes por ahí son un poco insuficientes con respecto de prohibirle a una persona maltratadora volver a tener un animal, entonces esas son peleas por ahí que tienen que ver con lo legal, con la justicia y nosotros por ahí tenemos nuestras limitaciones también. Ese fue uno de los casos después tenés casos de tipo particulares; tenemos el caso por ejemplo de una perrita que fue entregada voluntariamente con otro perrito, tenía la patita quebrada, ya estaba mal soldada, nosotros rogábamos poder conseguir una familia porque era cachorra y en este caso «Mía» fue a dar con una excelente familia, pero ella tenía su patita totalmente deformada para el costado, y de mirarlo te da tanta pena, porque en realidad la motricidad de ellos ya no es la misma; lo mismo que ciertas discapacidades como puede ser ceguera o el faltante de alguno de los miembros. Pero son muchísimos los casos, muchísimos».

-¿En «El Refugio» también están en adopción los perros que son más viejitos?

«Sí, ese es un tema bastante complicado. En el rango etario de los animales los que más fáciles de dar en adopción son los cachorros, nosotros sabemos que si tenemos cachorros, si tenemos un problema, el hacinamiento por ejemplo, hace que los más débiles corran mucho riesgo de morir, entonces nosotros tratamos cuando son muchos, de que salgan en familias lo más rápido posible para evitar que se nos mueran, por más que nosotros los cuidamos, porque vienen de la calle y vienen con cosas que nosotros no sabemos, por más que uno los vea bien, porque hoy los ves bien y mañana pueden estar decaídos. Después tenés el perro joven, el perro joven adulto también tiene altas posibilidades de salir, el perro chico tiene más posibilidades de salir que el perro más grande, porque puede ir a un departamento o a espacios chiquitos; y después tenés el viejo, los pobres viejos. El perro viejo es un animalito que directamente tiene muy bajas posibilidades de salir en adopción y es a lo que nosotros por ahí le ponemos más ficha, nos interesa que la gente entienda que un perro adulto lo que necesita es pasar sus últimos años, su último tiempo de vida, con una familia y no en «El Refugio», porque si bien nosotros tratamos de hacer lo posible, hay un montón y no es una atención personalizada de familia, nosotros queremos que ellos tengan eso hasta el día que tengan que partir; pero sí, el perro en la vejez y el perro discapacitado, son dos de los casos en los que cuesta mucho buscarles adopción».

-¿Qué consejo le daría a las personas que están considerando adoptar alguno de los perritos?¿Qué deben tener en cuenta antes de tomar esa decisión?

«Más que un consejo, lo que pienso: creo que si nosotros queremos una sociedad más sana, más empática, hoy por hoy, con toda esta cosa que se vive, que vivimos enojados y demás, yo creo que la oportunidad la sociedad se la puede dar tratando bien a todo su contexto, el perro, el gato, el caballo, inclusive el mismo medio ambiente es nuestro contexto y nosotros tenemos que cuidarlo. Si nosotros queremos ser mejores, tenemos que cuidar nuestro entorno. Esos animalitos que son nuestra compañía, que ellos aparte retribuyen el afecto que nosotros le podemos dar y los cuidados que le podemos dar, creo que ellos merecen esa oportunidad, creo que la gente tiene que darse a sí mismo esa oportunidad».

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