Despertar Entrerriano

Diario de Concordia

El presidente Javier Milei participó de la Cumbre de Líderes del G7 en Italia

Luego de participar de la foto protocolar con todos los líderes presentes en el G7, el presidente argentino tuvo bilaterales también con el director del Banco Mundial y Emmanuel Macron.

BARI, Italia.– Traje azul, melena al viento, patillas largas, sonrisa satisfecha, el presidente argentino, Javier Milei, debutó este viernes en la cumbre del G7, donde, junto a otros países invitados, participó en una sesión dedicada a la Inteligencia Artificial y Energía, en la que la gran estrella fue su compatriota, el papa Francisco, que hizo historia al haberse convertido en el primer Pontífice que participa del foro que reúne a los siete países más industrializados del mundo (Italia, Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania).

Como había adelantado el Gobierno, Milei tuvo durante la tarde reuniones bilaterales con la directora del FMI, Kristalina Georgieva; con el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, y con el presidente francés, Emmanuel Macron.

“Qué placer enorme siempre hablar con Usted”, le dijo Milei a Georgieva cuando le estrechó la mano. “Siempre es un placer encontrarla”. Ella le contestó: “Lo mismo digo”. Milei agregó entonces: “Siempre me encantan las reuniones. Usted es hipertransparente y creo que conectamos desde la transparencia”. Georgieva asintió: “La otra forma en que nos conectamos es que ambos amamos la economía”. Los dos se rieron.

Fuentes de la comitiva argentina dijeron a LA NACION que las bilaterales con Georgieva y con el presidente del Banco Mundial “fueron muy buenas”, y adelantaron que los detalles iban a difundirse en un comunicado oficial de la presidencia que todavía no se publicó. El diálogo de pasillo, previo a la reunión de Milei con la directora del FMI, fue dado a conocer por la Oficina del Presidente en la red X.

El presidente argentino había llegado pasadas las 14 (hora local), en una jornada de sol y más de treinta grados, y fue recibido por la primera ministra Giorgia Meloni, anfitriona del evento, en forma muy cálida, con abrazo y besos, en las afueras de la Sala Arena del complejo turístico de Borgo Egnazia, en un clásico edificio de antigua piedra blanca de la Apulia. Los dos mandatarios, que tienen mucho feeling y que ya se habían visto en febrero pasado, se detuvieron a charlar algunos minutos, en un saludo que se extendió durante más segundos que con los demás mandatarios invitados, según las imágenes que transmitieron.

“¿Cómo estás? Has hecho un viaje increíble para estar aquí”, le dijo ella. “Qué alegría verte” le respondió él. El presidente argentino le habló al oído y los dos se rieron mientras posaban para las fotos oficiales. “¿Cómo sigo?”, le preguntó él. La primera ministra le indicó que se debía retirar hacia su izquierda y Milei continuó su camino.

El presidente argentino tuvo luego una posición privilegiada en la gran mesa ovalada alrededor de la cual se sentaron los miembros del G7 y los invitados a la sesión sobre Inteligencia Artificial: tenía a la izquierda el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y a su derecha, al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Aunque viajó ya varias veces a Estados Unidos, nunca se había encontrado con el mandatario estadounidense, sino con su rival en las futuras elecciones, Donald Trump, cuando ambos participaron en un foro ultraconservador.

El papa Francisco, de 87 años, fue el último en llegar a este lugar, donde se veían las banderas de todos los países presentes -del G7 e invitados-, acompañado por Meloni, la “dueña de casa”. En ese momento, estalló un aplauso en el salón. Fiel a su estilo, mientras avanzaba hasta su puesto sentado en su silla de ruedas, el Papa fue saludando, uno por uno, a los mandatarios presentes. Cuando llegó el turno de su compatriota, Milei, ambos se mostraron sonrientes. Se dieron la mano y, como había ocurrido el 12 de febrero pasado, cuando se vieron por primera vez en la Basílica de San Pedro, el presidente libertario avanzó para abrazar con cariño y emoción al Papa. El encuentro en el Vaticano había sido antes de la ceremonia de canonización de Mama Antula, la primera santa argentina. Pero el Papa esta vez no se detuvo como entonces, sino que pareció cortar el saludo, haciéndole con una mano un gesto como diciéndole que tenía que avanzar y seguir saludando a todos -y nada menos que al presidente estadounidense-.

En una agenda bastante retrasada con respecto al programa, las imágenes volvieron a aparecer a las 19 (hora local), cuando pudo verse de nuevo a todos los líderes preparándose para la tradicional foto de familia. En esta ocasión, mientras muchos mandatarios hablaban entre sí, el presidente argentino apareció un poco aislado e incómodo. Aunque se le acercaron luego algunos con los que bromeó. Todos esperaban la llegada, en un carrito de golf, del papa Francisco, que arribó nuevamente acompañado por una orgullosa Meloni y que antes de posar, sorprendió en algunos intercambios con el presidente turco, Tayyep Recip Erdogan, otro líder a quien conoce desde hace años. “Smile, smile”, se le oyó decir entonces al Papa, en inglés.

Milei llegó a la cumbre -que se celebra en el exclusivo complejo turístico de Borgo Egnazia- lleno de entusiasmo. No sólo por haber sido invitado por primera vez a este exclusivo foro especialmente por Meloni, sino también en el marco de varias buenas noticias.

“Hay un ambiente muy optimista y el Presidente está muy distendido porque llega a la cumbre después de grandes noticias: la gran noticia de la aprobación de la ley bases en el Senado, que hizo que al final partiéramos desde Buenos Aires en la madrugada, varias horas después de lo previsto; la gran noticia de la renovación del swap con China; la gran noticia de la aprobación de la última revisión del programa por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), otra señal de respaldo de la comunidad internacional; y la gran noticia, sobre todo, de la baja de la inflación”, dijo por la mañana a LA NACION el diputado de Pro, Fernando Iglesias, que es parte de la más que reducida comitiva que viajó con Milei para este importante debut. Iglesias acompañó al mandatario libertario porque es el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados y fue acreditado junto al asesor Demian Reidel y el embajador en Estados Unidos, Gerardo Werthein.

Iglesias, que compartió el viaje desde Buenos Aires hasta Bari, con escala en Canarias, que trajo al Presidente, a su hermana Karina, jefa general de la Presidencia, y a Reidel, contó que al principio del vuelo el mandatario estaba “eufórico”. Algo previsible, tras la convulsionada jornada en la que finalmente el Senado aprobó la ley Bases, una victoria para el gobierno libertario.

“Después se distendió y estuvimos charlando como tres o cuatro horas, un poco de todo, de la conferencia de hoy, de la situación de la Argentina, de la situación mundial. Hablamos de ópera, de perros y de nuestro pasado deportivo común, porque yo también fui arquero”, precisó Iglesias. “Después nos pusimos a dormir”, agregó.

En medio de enormes medidas de seguridad y hermetismo, el diputado contó que la reducida comitiva –”Muy austera, somo tres consejeros, al lado de las delegaciones multitudinarias que tenían los muchachos peronistas”-, no se quedó en Borgo Engazia, sino en un hotel “muy simpático” de una localidad al sur de Bari, cerca de la bellísima Monopoli.

Al margen del mandatario libertario y el huésped estrella, el papa Francisco, fueron invitados a la sesión extendida del G7, el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune; el presidente del Banco Africano de Desarrollo, Akinwumi Adesina; el presidente del Banco Mundial; el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, que asumió la presidencia del G20; el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed; la directora gerente del FMI, Kristalina foto; el rey de Jordania, Abdallah II; el primer ministro de la India, Narendra Modi; el presidente de Kenya, William Ruto; el de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, que encabeza en este momento la Unión Africana; los secretarios generales de la OCSE, Mathias Cormann y de la ONU, Antònio Guterres; el primer ministro de Túnez, Ahmed Hachani, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

En la sala de prensa del G7 de la Fiera Levante de Bari, solo pudo verse en directo el discurso de apertura del Papa. Luego se cortaron las imágenes, por lo que fue imposible seguir las demás intervenciones, entre ellas la de Milei. La transmisión se retomó con los preparativos para la foto de familia.

Aunque Milei había sido invitado a una cena informal que ofreció Meloni en la “piazzetta” de Borgo Egnazia, que incluyó danzas y una exhibición musical del famoso Andrea Bocelli, el mandatario y su reducida comitiva no asistieron. Según hicieron saber, regresaron a su hotel para descansar, porque desde allí partirán este sábadoa las 7 de la mañana locales para volverse a subir al avión presidencial y, desde Bari, volar hasta Suiza, última etapa de la gira. Allí el Presidente, en otro gesto de respaldo inequívoco a la causa ucraniana, participará del primer día de la cumbre por la paz organizada allí por su par, Volodymir Zelensky, a la que asistirá, además, la canciller, Diana Mondino. Por la tarde, según la agenda, emprenderá el regreso a la Argentina.

Fuente: La Nación

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