No tengas miedo a estar solo: 9 consejos para aceptar los momentos de soledad

Queremos compartir contigo algunos consejos que tal vez te ayuden a transformar en una experiencia enriquecedora, los momentos en los que estés a solas.
1. Reconoce tus miedos
Muchas veces, nos resistimos a pensar que los momentos de soledad nos afectan. Lo habitual es poner en marcha mecanismos para alejar el sentimiento negativo que esta angustia nos genera.
Cada persona es diferente. De ahí que no haya recetas para reconocer los temores. Por el contrario, solo compete al individuo identificar cuál es el origen de sus angustias.
No hay dudas de que hacerlo nos pondría en mejores condiciones no solo para cumplir nuestras metas, sino para hacernos sentir mejor con nosotros mismos. En esa misma medida, seremos personas más plenas y haremos potencialmente felices a los demás.
2. Escucha tu cuerpo
Sin duda, el cuerpo registra (e, incluso, transmite) las emociones que experimentamos a diario.
Intenta, pues, cerrar tus ojos y respirar profundamente cuando te encuentres a solas. Trata de escuchar tu cuerpo para identificar cuál es el origen de tus miedos.
3. Sanea tus pensamientos
Es mucha, muchísima la información que recibimos cada día. Los medios de comunicación, nuestras amistades y familiares son algunos de los canales que nos abruman con noticias que la mayoría de las veces no llegamos ni a procesar.
Sí es un hecho que, de forma más o menos consciente, toda esa información condiciona nuestros pensamientos y manera de ver el mundo. Y, por supuesto, a nosotras mismas. Por eso, es tan necesario que nos dediquemos un tiempo a nosotras mismas para tratar con nuestros pensamientos.
4. Reinvéntate
Los momentos de soledad no tienen que ser necesariamente sinónimo de aburrimiento, nostalgia o agobio. Un ejemplo ideal para ilustrar esta afirmación es incorporar a tu rutina diaria un nuevo deporte. También podrías leer acerca de temas que despierten especialmente tu interés. O bien, escuchar un género musical distinto de los que sueles oír.
Aprender un nuevo idioma podría ser otra de esas metas personales. Aunque muchas veces implica la relación con otras personas como el profesor o compañeros de clase, hoy existen muchísimos recursos para hacerlo de forma autodidacta.
5. Organiza tus prioridades
Plasma por escrito aquellas cosas que quieres hacer durante el mes. Leerlas te ayudará a organizarte con el fin de dar los pasos necesarios para conseguir realizarlas. Tener ideas claras acerca de tus objetivos y cómo lograrlos podría ser una magnífica vía de mitigar los pensamientos negativos que te abruman.
6. Busca la ayuda de un profesional
Cuidar de la salud mental es vital para sentirnos en armonía con el mundo , cualquiera sea nuestra situación. Para ello, es importante conocer las causas de sentimientos como el miedo.
Pero, no siempre está en nuestras manos conseguirlo. Darse cuenta de ello también es crucial para ir en busca de la ayuda de un profesional. Ten en cuenta que existen profesionales formados para ello.
De seguro, te orientarán acerca de la terapia que mejor se te adecue. También podrían poner a tu disposición, incluso, información sobre otras alternativas que te ayuden a hacer a un lado tus angustias.
7. Tómate un tiempo a solas para crecer
Socializar es de seres humanos. De ahí que hacer amigos y convivir con otras personas sea imperativo también para nosotras. Ahora bien, cuando esa necesidad se torna en dependencia hacia los demás, por apego excesivo, tenemos un problema.
De ahí que pasar tiempo a solas no solo sea deseable, sino un hábito sano. Dedicarnos tiempo a nosotras mismas nos proporciona el equilibrio emocional que cualquier individuo necesita para sentirse pleno.
Solo así podrás reflexionar lo suficiente como para identificar la raíz de esa dependencia afectiva que te impide vivir con autonomía. Así, darás la importancia justa a lo que opinan los demás. En esa misma medida, dejarás de necesitar su aprobación a la hora de tomar tus propias decisiones.
8. Hazte preguntas
Desconectarse del exterior puede resultar altamente beneficioso para conectar con nosotros mismos. O sea, atender a tus sensaciones, pensamientos y emociones, te puede ayudar a notar y cultivar tus fortalezas.
Es saludable preguntarte, en esos momentos, si te sientes contenta contigo misma. También, qué aspectos de tu vida desearías que cambiaran. Proponte nuevos objetivos que te hagan sentir una persona plena, vital.
9. Disfruta de tus pasiones en los momentos de soledad
Cuando tengas un tiempo a solas, permítete disfrutar de tus pasiones, esto tendrá un impacto sumamente positivo en tu autoconfianza. ¿Escribes, lees, pintas, esculpes, corres, nadas o bailas? ¡Aprovecha ese momento en el que nadie te ve para dejar salir la alegría de esa pasión que forma parte de ti! Liberarás tensiones, endorfinas y te sentirás mucho mejor.
También puedes optar por descubrir nuevas pasiones y habilidades. ¿Te llama la atención pintar en acuarela pero nunca lo habías intentado? Ese momento de soledad que tienes quizás es la oportunidad perfecta para intentarlo. ¿Y si no lo hago bien? Date algo de tiempo y, si no eres feliz, pasa a otra actividad que te dé felicidad.